ORFANATO 

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erca de 28 millones de niños no tienen hogar en el mundo debido a la violencia, el abuso, la pobreza y el conflicto entre otras cosas. En la misma línea, casi el mismo número de niños han abandonado sus casas en busca de una vida mejor. En algunos casos, varios desastres naturales han originado la destrucción de muchos hogares dejando una gran cantidad de niños huérfanos y sin hogar. Muchos niños han tenido que vivir sin los cuidados de sus padres, sufriendo como fugitivos. Deambulan por las calles buscando una manera de sobrevivir todos los días 

 

Por otra parte, la prevalente situación tan cruel en algunas partes del mundo ha afectado terriblemente a los padres haciendo que no tengan otra opción que enviar a sus hijos a un orfanato. Como no pueden permitirse alimentarlos ni darles ropa, herramientas de juego o incluso inscribirlos en escuelas, muchos padres han pensado que es mejor para los niños dejarlos en el orfanato. Creen que en el orfanato les pueden brindar una vida mejor a estos niños inocentes. No es presunción. Niños sin hogar en todos los rincones del mundo necesitan ayuda urgentemente.  

 

Para empezar, la trágica situación demanda un hogar Cristiano lleno de amor para los niños que sufren amargamente de abuso, abandono, esclavitud, orfandad, malnutrición o la privación de atención médica. La Fundación Alumbrando Vidas está aquí para ayudar a recuperar la esperanza y dar una mejor vida con nuestras mejores competencias. Estamos comprometidos para llegar a los niños más vulnerables con el amor de Cristo.  

 

Porque entendemos la situación problemática contra la que luchan tantas familias, dirigimos un orfanato llamado Orfanato Niños de la Luz. Montamos un orfanato para salvar el futuro de miles de niños que han perdido a sus padres a causa de terremotos devastadores, violencia doméstica, abuso o muerte prematura debido a hambrunas por largos períodos.  

 

Organizamos nuestro orfanato para que sirva de morada para los niños vulnerables sin hogar y en riesgo de secuestro, abuso o manipulación en actos impíos.  

 

No solo proporcionamos un hogar a los huérfanos; a través de la ayuda de muchos padres temerosos de Dios dotados con amor divino y compasión, estamos dedicados a servir a los huérfanos en todos los aspectos. Les ofrecemos amor y cuidado paternales, comida consistente y sabrosa, educación de calidad, ropa bonita y otros bienes esenciales que han perdido en hogares previos. En el orfanato de Niños de la Luz, nutrimos a los niños con amor Cristiano y los ayudamos a caminar por la senda de Dios. Nos importa el futuro y destino de éstos niños y trabajamos constantemente para alcanzar nuestras metas.  

 

Nuestro orfanato está bien construido y administrado para asegurarnos que damos una mejor vida a los niños vulnerables. Para darles una vida mejor a los niños de nuestro orfanato, hemos adquirido un nuevo lugar en un entorno apropiado. Nuestros cuidadores son piadosos y cariñosos. Cuidar a los niños es su habilidad más preciada.  

 

Cada mes el Orfanato Niños de la Luz comparte miles de paquetes de comida a muchos huérfanos en diferentes comunidades, aparte de los niños que viven dentro de nuestro orfanato. Nos aseguramos de alimentar a los niños huérfanos de forma satisfactoria. No es una contradicción; les ofrecemos cuidados máximos y un estilo de vida estable mucho más allá de lo que podrían obtener en sus propias casas.  

 

Nuestro Proyecto de orfanato también se centra en la educación de calidad para los huérfanos. Nos importa la educación de estos niños desde preescolar hasta nivel terciario. Mientras tanto, no solo nos ocupamos de los huérfanos en nuestro orfanato. También llegamos a muchos niños huérfanos sin hogar en diferentes comunidades, mostrándoles con hechos el amor de Cristo.  

 

No hay momentos aburridos para nuestros niños. Constantemente les ofrecemos herramientas de juego para mantenerlos activos e ilusionados.  

El impacto de nuestro orfanato en la sociedad.  

Para los niños que aun tienen padres (los dos o uno solo), permitimos que sus padres se centren en sus trabajos y otras actividades beneficiosas quitándoles el peso de la responsabilidad de sus hijos. Debido a la pobreza crónica prevalente, muchos de los padres se esfuerzan en proveer a sus familias con las necesidades básicas. Ofrecer cuidado a los niños  protegiendo su vida  es una gran responsabilidad para los padres. Quitar este peso de sus hombros significa un gran alivio. La mayoría de los padres que visitan nuestro orfanato se quedan sin palabras. Les ayudamos a cubrir las necesidades básicas diarias de sus niños muy por encima de sus capacidades. Estamos orgullosos de ser nombrados como los segundos padres de los niños huérfanos. Es la visión de nuestro corazón.  

 

Más allá de las necesidades básicas, nos comprometemos en sacar el propósito de Dios en la vida de los niños. Pasando tiempo de calidad y haciendo diferentes esfuerzos con cada niño se descubren sus fortalezas y debilidades, que tenemos como máxima prioridad. Nuestros niños están aprovechando todas las oportunidades. Desde un rendimiento académico excelente hasta convertirse en aquello que Dios quiere que sean. También servimos como orientadores de vida para los niños, guiándolos en los caminos del destino. Existe una necesidad en cada niño por descubrir su propósito de vida y avanzar en la dirección adecuada. Ayudamos a los huérfanos a convertirse en la persona con la que sueñan ser y a la vez ser un motivo de honor en la sociedad.  

Muchos niños que se terminan convirtiendo en un problema para la sociedad son los que no cuentan con un cuidado parental adecuado. Muchos de los huérfanos que no son atendidos han sufrido maltrato y empiezan a ir por malos caminos.  Muchos de ellos al crecer se convierten en matones políticos, fracasados y demás. Como guiamos cuidadosamente a los niños huérfanos, los convertimos en modelos para la sociedad y buenos embajadores de sus países.  

 

A parte de la provisión de necesidades físicas, en nuestro orfanato, enseñamos a los niños la palabra de Dios. Creemos que las necesidades de un hombre en esta vida van más allá de comida, ropa y refugio. Nutrimos a los niños en el camino del Señor, presentándolos a esta sociedad como el cambio. Un individuo es un elemento en la sociedad. A medida que construimos una vida, construimos una nación entera.