POBREZA: ¡EL 70% DE LAS MUJERES SON VÍCTIMAS!

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Las mujeres son la columna vertebral de toda sociedad exitosa. Para tener una economía local pujante y una sociedad próspera, tanto las niñas como las mujeres necesitan estar fuertemente empoderadas. ¿Cuál es el destino de un país como Haití?, donde casi el setenta por ciento del género femenino es víctima de una pobreza desalentadora. Es bastante desafortunado que Haití, una nación que aún estaba construyendo una economía local medianamente suficiente, fuese víctima de un destructivo desastre natural. El desastre de magnitud 7.0 que estremeció a Haití tiene un efecto más negativo que el que se informa frecuentemente. Poco después del horroroso incidente, volvieron a ocurrir casos de violación y otros actos de violencia, situando a las mujeres en una fuerte disyuntiva. 

Las mujeres constituyen la mayoría de los vendedores ambulantes, y también ayudan con gran esfuerzo a apoyar las cadenas de suministro agícola de la nación. Sin embargo, cuando el desastre golpea a las naciones, las mujeres tienden a sufrir más el dolor. En primer lugar, dos tercios de las personas que murieron como resultado del terremoto eran mujeres. Luego del fatal acontecimiento, muchas de las mujeres haitianas perdieron sus trabajos, negocios y otras fuentes de ingreso. A causa de la falta de refugio, muchas sufrieron lamentablemente de acoso y abuso sexual. 

Hoy en día, las mujeres comparten letrinas sin luces, se bañan en público, son forzadas a dormir junto a extraños y mucho más. En términos de generación de ingresos, los salarios de las mujeres son un 32 por ciento más bajos que los salarios para los hombres. En cuanto a la educación, las mujeres haitianas también se encuentran en el lado negativo de la gráfica. En promedio, es más común encontrarse una mujer analfabeta que un hombre analfabeto. El nivel de analfabetismo masculino en Haití es de aproximadamente 64 por ciento, mientras que el nivel de analfabetismo femenino es de cerca del 57 por ciento. Una de cada tres mujeres en Haití ha sufrido violencia. 

A pesar de que tanto los hombres como las mujeres en Haití sufren por el alto índice de desempleo y subempleo, Haití es considerado el país más pobre en el hemisferio occidental. Con la tasa de VIH más alta, el país ha sido un centro de actividad para una serie de desastres naturales potencialmente fatales. Haití hace frente actualmente a una economía deficiente, a una alta tasa de desempleo y a la pobreza crónica. Cerca del 59 por ciento de los haitianos se encuentran por debajo de los 2.42 $ diarios: el límite de pobreza nacional. El 62 por ciento de los hogares promedios generan menos de 75 $ por mes mientras que el 39 por ciento genera menos de 15 $ mensuales. La mayoría de las familias haitianas no puede costear gastos médicos, matricular a sus hijos en una escuela secundaria común, comprar ropa nueva para sus hijos, etc. 

Aun cuando los efectos negativos de los desastres también golpean fuerte a los hombres, las mujeres parecen estar sufriendo más debido a su mayor intervención en la economía local de la nación. En Haití, casi la mitad de los hogares son dirigidos por mujeres. Ellas están a cargo de alimentar a la familia, inscribir a los niños en la escuela, pagar las cuotas escolares, cubrir las facturas de atención médica, y desafortunadamente, tienen las perspectivas laborales más bajas. 

La ONU, en su investigación, publicó que el 61 por ciento de las mujeres haitianas y el 73 por ciento de los hombres forman parte de la fuerza laboral. Sin embargo, otra sección de la investigación desveló que el 60 por ciento de los presuntos haitianos asalariados trabajan en el marco de la economía informal. La mayoría de ellos están involucrados en actividades como la agricultura, la venta ambulante de comida, el comercio de carretera y más. El setenta y cuatro por ciento de las mujeres haitianas se dedican a la agricultura y a la cría de animales. Esto insinúa que el 74 por ciento de las haitianas consiguen su sustento mediante la agricultura y el comercio. 

Desafortunadamente, los diversos desastres asoladores han dañado la mayor parte de las tierras de Haití. El país está sufriendo de una producción agrícola baja debido al daño. Las mujeres disponen ahora de pocas opciones para sobrevivir. No hay trabajos formales, la economía es pobre y desfavorable para el comercio, y la tierra está demasiado dañada para practicar la agricultura. Los medios de supervivencia son cada vez más escasos, y el gobierno no es lo suficientemente próspero como para atender todos estos problemas de inmediato. 

Aparentemente, las mujeres en Haití se encuentran en una situación crítica. Para agravar el caso, existe un doble criterio para las haitianas. Está comúnmente establecido que cuidar del hogar es una responsabilidad exclusiva de las mujeres, sin embargo, tienen opciones limitadas en lo que respecta a los trabajos y otras oportunidades de generación de ingresos. 

Adicionalmente, algunas mujeres que tienen familias más grandes con muchos niños pequeños inscritos en escuelas tienen menor movilidad y no están en la mejor posición para buscar un empleo formal. 

Nuestro honesto aporte hasta ahora 

A través de nuestro programa de empoderamiento femenino, fortalecemos a miles de mujeres a través de la adquisición de habilidades, responsabilidades y formación en liderazgo. Con la ayuda de nuestros amables donantes, muchas mujeres que no tenían un empleo formal previo ahora gestionan sus empresas. Muchas de ellas, gracias a las habilidades de liderazgo adquiridas, ahora gestionan equipos y sistemas. Estamos posicionando a las mujeres para que ayuden a una comunidad mayor de sobrevivientes. 

Estamos creando habilidades y programas de generación de ingresos viables y sostenibles para ayudar a las mujeres a cumplir con sus responsabilidades habituales en el hogar. También fomentamos los negocios dirigidos por mujeres a través de una sólida formación empresarial, permitiéndoles crear negocios para la resolución de problemas que beneficiarán a toda la sociedad. Otras actividades de nuestro programa de empoderamiento femenino incluyen la apertura de oportunidades educativas, la promoción de la administración del medio ambiente y más. Las mujeres empoderadas son un gran apoyo en el hogar para el cuidado de la familia. 

Nuestro programa de empoderamiento de la mujer se centra en proporcionar a las mujeres la oportunidad de llevar a casa unos ingresos suficientes que les permitan apoyar a sus maridos en la misión de mantener a la familia. Nos comprometemos a romper el ciclo de la pobreza entre las mujeres y el país en general. 

Además de proporcionarles las habilidades que les permitan obtener ingresos, también organizamos una capacitación especial sobre conocimientos financieros. La formación tiene por objeto proporcionarles los conocimientos necesarios para hacer y administrar el dinero en la pobre economía actual. La capacitación les enseñará cómo ahorrar dinero con pocos ingresos, les instruirá sobre la diferencia entre costo y precio, y también les enseñará varias formas modernas de comercializar sus bienes y servicios. La educación de adultos para mujeres analfabetas también forma parte de las diversas formas de potenciar a las mujeres.