ALIMENTEMOS HAITI: ¡EL VIAJE HASTA AHORA!

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El 12 de enero de 2010, sigue siendo una fecha recordada por todo Haití. El día marcó dramáticamente el comienzo de una devastadora crisis de hambre que continúa causando estragos desde hace más de una década. Para los registros, ese fue uno de los peores desastres naturales que jamás haya golpeado un centro urbano. El desastre fue la principal razón por la que el país ha sufrido una hambruna provocó el advenimiento de la desnutrición crónica, lo que resultó en varias afecciones, enfermedades e incluso la muerte prematura. 

Actualmente, la tasa de hambre en Haití aumenta constantemente, incluso en ausencia de huracanes y terremotos. En promedio, un haitiano se queda de dos a tres días sin comer. Incluso sin prestar mucha atención, notarás los ojos hundidos y desenfocados debido al hambre severa que los golpea con más y más fuerza. Muchos temen que un día puedan dormir y no despertar nunca después muchos días sin comer. Según las investigaciones, las regiones más remotas del país son las más afectadas por el hambre. 

Más de cuatro millones de residentes padecen actualmente de hambre crónica. El terremoto de magnitud 7,0 que sacudió Haití hace una década desplazó a decenas de miles de haitianos y paralizó la producción agrícola local del país, lo que dificulta que un haitiano medio pueda alimentarse una vez al día. 

Después del efecto adverso de desastres catastróficos, el reciente y sostenido pantano político se convirtió en otro factor importante que empeora el problema del hambre en Haití una década después del desastre. Debido a la violencia política, ha habido bloqueos en todo el país, impidiendo el fácil movimiento de la gente y afectando así la circulación de la poca comida disponible. 

En primer lugar, los fuertes vientos del huracán destruyeron carreteras y gran parte de la infraestructura costera hace unos años. En segundo lugar, las violentas protestas de algunos residentes enojados han bloqueado repetidamente varios comercios y rutas de entrega impidiendo la circulación de alimentos y agua en todo el país. 

La situación del hambre en Haití se ha agravado con la inflación, dejando a la gente en condiciones de vida difíciles y careciendo de necesidades básicas tales como: ropa, agua, refugio y otras cosas. El año pasado, el precio de los productos alimenticios como el arroz, los frijoles y el azúcar subió, aumentando en un enorme 34 por ciento. En el Índice Global del Hambre de 2019, Haití fue clasificado en el puesto 111 de 117 países. Solo seis países en el mundo estaban en una condición peor. 

Lamentablemente, es patético que los niños también estén sufriendo la crisis del hambre. El país ha perdido un sinnúmero de niños, especialmente menores de 5 años, debido la desnutrición aguda. Según las predicciones, alrededor de 55.000 niños haitianos menores de cinco años son víctimas de desnutrición. 

Si bien hubo algunas intervenciones de varias organizaciones con respecto a la inseguridad alimentaria de Haití, es una pena que los desafíos persistan e incluso de forma más intensa. Actualmente, la situación de hambre está acompañada de malestar social, inestabilidad política, restricciones de movimiento y otras cosas más. Casi la mitad de toda la población de Haití está desnutrida. Muchos padres están tan empobrecidos que no saben con certeza con que alimentaran a sus hijos a diario. El desempleo está colaborando con la escasez de producción agrícola local para castigar a toda la población de Haití. 

Con la situación actual, es necesaria una intervención urgente para rescatar a los desnutridos de su estado agonizante. Peor aún, el Ministerio de Agricultura de Haití declaró que la inflación podría superar el 22 por ciento en los próximos años. 

Algunos hechos inquietantes sobre la inseguridad alimentaria en Haití: 

  • Haití ocupó el puesto 169 de 189 países en el Índice de Desarrollo Humano en 2019. 
  • Haití tiene uno de los niveles más altos de inseguridad alimentaria del mundo. 
  • Una de cada tres personas necesita asistencia alimentaria urgente. 
  • Más de un millón de habitantes de Haití se encuentran en una emergencia alimentaria. 
  • La mitad de la población estaba desnutrida. 
  • El 22% de los niños del país padecen desnutrición crónica. 
  • La crisis del hambre en Haití es una combinación de factores naturales, económicos y sociopolíticos. 

CÓMO HEMOS AYUDADO A RESOLVER LA CRISIS DEL HAMBRE HASTA AHORA 

Empezando por los niños, la Fundación ALUMBRANDO VIDAS ha organizado un programa de alimentos que atiende las necesidades alimentarias diarias de los niños en Haití llamado FEEDaCHILDinHAITI. Este programa asegura que todos los niños reciban al menos una comida al día. Desde las áreas urbanas hasta las regiones rurales, nos esforzamos por penetrar incluso en la parte más remota del país para proveer alimentos a los niños desfavorecidos. 

Según los informes, muchos estudiantes de Haití tienen un rendimiento académico bajo debido a la pobreza extrema y la desnutrición. Además, muchos profesores se quejaron de falta de concentración en clase, lo que está vinculado a la ausencia de comida en el estómago. Para atender esta situación crítica, realizamos visitas constantes a las escuelas para distribuir almuerzos gratuitos a los estudiantes y así ayudarlos a estudiar mejor y concentrarse. 

Nuestro programa de alimentos incluye todas las edades. Somos conscientes del nivel de pobreza en Haití. Muchos padres carecen de qué comer y qué alimentar a sus hijos. Respondemos a la crisis del hambre que amenaza la vida proveyendo todos los días a millones de hombres y mujeres, alimentos y bebidas saludables e higiénicamente preparados. 

Debido a que se trata de una cuestión de vida o muerte, la Fundación ALUMBRANDO VIDAS se dedica a salvar vidas prestando atención absoluta e inquebrantable al suministro constante de alimentos a las personas afectadas por el hambre en Haití y otros países donde prevalecen la pobreza y el hambre. Como su nombre lo indica, iluminamos la vida de los hambrientos residentes de Haití con el deseo de asegurarnos de que se alimenten en abundancia como los privilegiados. Nuestro programa de alimentos ha sido fundamental para eliminar la desnutrición y la muerte prematura causadas por el hambre crónica. Nos aseguramos de que las comidas que repartimos sean un buen remedio para la situación de desnutrición en el país. 

¡La buena comida promueve una vida saludable! Nuestra causa incluye alimentar gente de diferentes edades y ayudar a la innumerable cantidad de personas que mueren diariamente de hambre crónica a recuperar un estado de vida saludable, todo con la pasión e intención de eliminar totalmente el hambre. Nuestro programa de alimentos alcanza millones de personas, tanto niños como adultos por día.